Al comenzar mi ejercicio como arquitecta me pidieron reconstruir una fuente en un cruce de caminos. A la hora de diseñarlo, como barranco que era su nombre, quise materializar el barranco como soñé que lo haría Serra. Por aquel entonces empezaba a conocer bien Bilbao y pasaba largas horas en el Guggenheim, siempre le daba un momento a la exposición de la sala 104.
Sirva este post como memoria. DEP Richard Serra.