Sí, estoy en la nieve este puente de Cincomarzada y subir cualquier historia me resulta frívolo.
Sí, subir cualquier historia mientras el genocidio en GAZA sucede, es un sinsentido, un disparate.
Sí, la globalización deshumaniza, no empatizamos con aquellos que viven, o mal viven la guerra en Alepo, Palestina, Ucrania o el genocidio en GAZA, las inundaciones, nevadas, terremotos, volcanes, fuegos…
No es posible que no nos importe nada vender armas para la guerra desde el otro lado del planeta… no es posible…
La globalización nos hace perder la empatía, porque no nos vemos y tocamos con todos los sentidos, hay que hacer un esfuerzo, por eso, son tan importantes las humanidades, luchar por mantener el conocimiento, la filosofía, las letras que nos ayudan a elaborar el discurso mental, nos ayudan a amar al otro, a tener empatía por el otro, aunque no lo toquemos y nos miremos a los ojos.
Y viene la IA, el mundo será más mecánico, más frío, con menos amor. Si no luchamos por las humanidades, el conocimiento desde lo humano, estamos perdidos, es el amor, la empatía lo que nos hace humanos y nos diferencia de las máquinas.
Hoy hay una degeneración humanística, también le afecta a la arquitectura, el ser humano ha dejado de ver al otro, se pierde la ética, el amor entre los seres humanos. Las universidades de arquitectura son cada vez más ingenieriles y menos humanistas y nadie dice nada, existe una plaza pública delante de un Colegio de Arquitectos privatizada por un comercio y no se mueve nada, el parque público es cada vez más un centro comercial. ¡Qué importa la arquitectura! – ¡Que la revienten! – así piensan.
GAZA es en la primera guerra donde destruyen la arquitectura con sus vidas dentro, sepultados en vida en sus hogares que debían ser refugio, un genocidio.
Y eso significa que, si traspasamos esa línea roja y perdemos esos valores donde un niño es menos importante que la maquinaria de la guerra, ¿qué importancia tiene la arquitectura?… más que construir fosas grandes…